Cuando éramos niños, mirábamos al futuro e imaginábamos cosas como; viajes a la luna como el que se va a Benicasim a pasar el fin de semana, o la evolución del ser humano hasta poder volar algún día, como hacia ET y sus pequeños amigos a bordo de sus bicicletas con la luna de fondo, o incluso pensábamos en coches voladores que dejaran obsoletos los aviones para poder recorrer el mundo entero a nuestro antojo y al ritmo que nuestra imaginación marcase, ojala algún día todo eso se diera, quien puede saberlo. Lo cierto, es que en el aquí y el ahora, la vida y el mundo entero evolucionan a un ritmo constante para no solo facilitarnos la vida a todos, si no para tratar de mejorar su calidad.
Muchos ya lo sabrán, pero a otros quizás se les escape, que el primer vehículo que se invento fue un coche eléctrico allá por 1838, cuando Robert Davidson consiguió mover una locomotora a 6 km/h sin usar carbón ni vapor. Entre 1832 y 1839 Robert Anderson inventó el primer carruaje de tracción eléctrica, con pila no recargable. Las primeras baterías recargables aparecieron antes de 1880, ahí comenzó todo.
El vehículo eléctrico, desde entonces sufrió un continuo “Quiero y no puedo (o no me dejan)”…pues sirviendo a intereses que nada tenían que ver con el consumidor final ni con la protección de medio ambiente, el coche eléctrico no acabo del todo de ver la luz. La industria petrolera presionó mucho para crear un clima desfavorable para estos coches, además de que un coche eléctrico no generaba muchos ingresos una vez vendidos, ya que prácticamente no requerían un mantenimiento o servicio post venta
Algunos vieron la luz, y posteriormente fueron reclamados por sus fabricantes para acabar siendo desguazados.
Casi desaparecen, pero los últimos acontecimientos económicos y la creciente mentalidad ecológica han conseguido evitar la presión de los lobbies del petróleo. Afortunadamente para la humanidad, las petroleras han perdido mucho poder mediático.
En 1990 General Motors presenta el “Impact” en el Salón de Los Ángeles. Fue el modelo de coche eléctrico más famoso de la Historia: el General Motors Experimental Vehicle 1, o EV-1 para abreviar. A raíz de él, empezó el resurgir el motor eléctrico del pozo donde lo habían metido “sin freno ni marcha atrás”. Enfocado a garantizar y por supuesto superar, las garantías que te aporta hoy en dia un utilitario normal, o motor de combustión.
Evidentemente, el coche eléctrico está aquí para quedarse, de hecho se prevé que en los próximos años el motor de combustión quede totalmente obsoleto y se vea doblegado por el eléctrico, más funcional, más barato en su mantenimiento e incluso en su valor en el mercado y sobre todo, 100% respetuoso con el medio ambiente.
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