Así, sin preliminares, oiga. Cinco años haciendo el vago y ahora de repente descubro América: la movilidad eléctrica es el futuro. ¡Toma ya! Debe ser que han contratado a un grupo de expertos por 10.000 euros la hora y acaban de caer…
Lo dicho, la Comisión Europea prepara un proyecto de Directiva Europea sobre el desarrollo de infraestructuras energéticas alternativas a los combustibles fósiles. Esta Directiva se encuentra dentro del marco de la estrategia 2020 para el desarrollo de recursos energéticos en Europa.
Este plan estratégico no sólo comprende el crecimiento de las infraestructuras de recarga para vehículos eléctricos, sino que también lo amplía a los vehículos que utilicen otro tipo de energías como los biocombustibles, el hidrógeno y varios tipos de gas licuado.
En el segundo anexo del proyecto de Directiva, la Comisión Europea explicita la cifra de 82.000 puntos de recarga de acceso público para 2020 en nuestro país, sólo por detrás de Alemania (150.000), Francia (97.000), Italia (125.000) y Reino Unido (122.000).
La gran pregunta que se suscita ahora es: ¿esta apuesta energética es sólo de fachada? El problema en derecho comunitario es que la Directiva no es directamente aplicable -salvo excepciones muy regladas- y la Unión Europea sólo puede obligar a los Estados a implementar una política de mínimos. España estará obligada a dotar a la política energética de una serie de recursos mínimos para su cumplimiento y la Comisión aporta algunas ideas:
– Incentivos a la construcción de edificios dedicados a alojar infraestructuras.
– Posibilidad de incentivos impositivos para promover la creación de infraestructuras de transporte sostenibles.
– Adquisición conjunta de los organismos públicos y entidades privadas de infraestructuras dedicadas al transporte sostenible.
– Incentivos no financieros, como acceso preferente para los vehículos no contaminantes en las ciudades, plazas de aparcamiento especiales, etc.
Como veis, esto parece muy etéreo. Y seguirá siendo por cierto tiempo. Os mantendremos informados, pero la cifra ya está ahí: casi 90.000 puntos públicos. A ver lo que nos cuesta.
Luis Sebastián
@lsebacast