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¿Qué pasa en Madrid Central?

Desde hace un par de semanas muchos de nosotros nos preguntamos ¿Qué es Madrid Central? ¿Qué significan las últimas movilizaciones a su favor? Es que, usualmente, esta respuesta suele tener tinte político; pero en realidad, Madrid Central no es más que un área de restricción residencial con el fin de disminuir la contaminación en los barrios del centro de Madrid, de modo que solo pueden entrar los residentes de dicha área.

Claro que, si mi coche no contamina, no tiene mucho sentido que no me dejen entrar en el centro de Madrid porque no soy residente ¿no? Pues bien, aquí viene lo que nos verdaderamente nos interesa, y cada día a más gente… porque miles de personas se manifestaron el pasado sábado 29 de junio en contra de la paralización de esta medida beneficiosa.

ES EL FUTURO

Los expertos dicen que los niños y jóvenes son los que sufrirán más por esta contaminación. Les afecta a todos y por eso en la manifestación del sábado se pudieron ver una gran cantidad de familias protestando por su futuro.

ES POR SALUD

La Organización Mundial de la Salud (OMS), lo ha advertido, “todo lo que proteja la salud no se puede tocar”, dijo en una entrevista la directora del departamento de Salud Pública y Medio Ambiente María Neira, sobre la paralización del ayuntamiento.

Fotografía tomada de la protesta a favor de Madrid Central el sábado 29 de junio.

Los datos son muy duros, hasta 38.000 muertes cada año a causa de la contaminación que envuelve la ciudad. La polución no solo afecta al pulmón, sino que causa otra lista de infinitas enfermedades.

NO SOY RESIDENTE ¿EN QUÉ SITUCIONES PUEDO ENTRAR?

Etiqueta 0. Una de las ventajas de llevar un coche eléctrico es que nadie te prohibirá pasar por aquellas zonas donde hay una serie de restricciones por las emisiones, porque nuestro vehículo tiene la etiqueta de 0 emisiones. CON UN VEHÍCULO ELÉCTRICO NO NOS DEBEMOS PREOCUPAR DE NADA, sea coche o moto.

Etiqueta ECO. Tampoco hay problemas de entrar, si vas a estar un máximo de 2 horas en la Zona Ser (parquímetro) o vas a un parking público.

Otras etiquetas o no tener etiquetas. Las medidas que se toman en contra de los coches con motor de combustión, son cada vez más duras. En esta ocasión, no podremos entrar en cualquier caso y deberemos estar pendientes de las condiciones, o sin embargo, pagar una multa.

Todas estas restricciones por parte del ayuntamiento, están haciendo que cada vez sean más madrileños los que apuestan por la movilidad sostenible y adquieran un vehículo eléctrico, de este modo, no tendrán que pagar de más por ir a donde quieran sin emitir partículas tóxicas para el ser humano.

España deberá aprender de sus países vecinos si quiere cumplir con su compromiso ante la Unión Europea

España registró su pico más alto en cuanto a la adquisición de vehículos eléctricos/híbridos desde el pasado mes de noviembre hasta febrero de este mismo año. Concrétamente solo Madrid experimentó un crecimiento del 90% en cuanto a lo que venía siendo habitual, registrando un total de 5537 matriculaciones, seguida por Barcelona. Lo que significa, que solo Madrid, ya supone un 36% por ciento del mercado nacional. Al margen de ese pico de subida excepcional, la capital registra alrededor de entre 100 y 200 matriculaciones mensuales. Tiene sentido que la capital española registre el índice más alto de adquisición de vehículos de este tipo, debido a su problemática medioambiental constante, que la ha llevado a implantar protocolos de emergencia para reducir su nivel de contaminación. Además del factor ecológico, los usuarios de estos vehículos están exentos de cumplir con estos protocolos y disfrutan de comodidades tales como aparcar en zonas con limitación horaria y previo pago, de forma gratuita.

 

En febrero de 2016 registró un 2,2% en cuanto a la totalidad de matriculaciones, mismo mes en 2017, un 4,2%.

 

En España, deberían circular alrededor de 300.000 coches eléctricos para 2020, en 2025 el objetivo sería de entre 1,2 a 2 millones y en 2030 sería de entre 4,4 y 6 millones, eso es si España quiere cumplir lo pactado con la Unión Europea. Supondría una inversión estimada de 650 millones de euros anuales hasta 2030, calculando incentivos y puntos de recarga.

 

En este sentido, varios países vecinos nos llevan la delantera, no hay que irse muy lejos. Un buen ejemplo de ello es Andorra, considerado 3º país del mundo en cuanto a presencia de coches eléctricos se refiere. Este dato se ve motivado por las subvenciones e incentivos fiscales. Noruega y Holanda encabezan la lista, el primero registrando un 23% del mercado automovilístico total en matriculaciones de coches eléctricos, lo que supondría unos 30.000 vehículos más o menos. El segundo es Holanda, con un 10% de matriculaciones de coches eléctricos respecto al total de matriculaciones del país. Andorra les sigue con un 5%, muy lejos de España, que solo cuenta con un 0,2%.

 

Índice de penetración de vehículos eléctricos

 

En el caso de Andorra, los usuarios de coches eléctricos disfrutan de una serie de ventajas significativas para impulsar su compra. Disfrutan de ventajas fiscales y subvenciones en la adquisición de estos vehículos, zonas de aparcamiento exclusivas, subvenciones del 50% en la implantación de puntos de recarga domésticos. Lo que además de todo la sitúan como líder mundial en cuanto a la disponibilidad e instalación de puntos de recarga. Se estima que en los próximos años Andorra disponga de un parque de 500 vehículos eléctricos, lo que supondría 1 punto de recarga por cada 14 vehículos, tras ella iría Suecia, con un resultado de 1 punto por cada 40 coches y Francia o Noruega, que de cada 100 vehículos, disponen de 1 punto de recarga.

 

Ventajas disponibles para usuarios de vehículos eléctricos en Andorra

 

Por citar algunas ventajas, en Noruega los usuarios de vehículos eléctricos no pagan los impuestos relacionados con la automoción, ni tampoco peajes, y disponen de muchos puntos de carga públicos y gratuitos.

En España, actualmente existen 1700 puntos de recarga en la vía pública, frente a los 18.000 de Holanda o los 7.000 de Noruega. Para cumplir su compromiso con la U.E, en 2020 deberían disponer de al menos 4000 puntos, 45.000 en 2025, y 80.000 puntos de recarga en 2030.

Aquí, los vehículos eléctricos son entre un 5% y un 24% más caros que los convencionales, ya que los incentivos son casi inexistentes comparado con los países ya nombrados, que gracias a sus ayudas públicas el precio ha sufrido una disminución en su precio de entre el 15% y el 27% respecto al vehículo convencional. Aquí en España, desde 2009 los incentivos apenas llegan a los 40 millones, ayudas que se han agotado antes de la finalización del ejercicio.