Profundizando en el concepto del SAVE (Sistema de Alimentación del Vehículo Eléctrico) una de las cosas importantes que debemos hacer es ir a la fuente. Esto significa que debemos conocer perfectamente la normativa que regula este término para conocer qué es realmente. Actualmente, el Proyecto de Real Decreto que recoge esta figura desarrolla la futura la normativa técnica número 52 correspondiente al Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión. Aquí se expone la obligatoriedad de una instalación eléctrica específica para la recarga de vehículos eléctricos. La normativa no emplea un lenguaje demasiado claro a la hora de exponer qué es una instalación eléctrica específica para la recarga, por lo que genera un elenco de términos que nos ayudan a comprender de qué se compone:
Estación de Recarga
Conjunto de elementos necesarios para efectuar la conexión del Vehículo Eléctrico a la instalación. La estaciones de recarga se clasifican en:
1. Punto de recarga, compuesto por las protecciones necesarias, una o varias bases de toma de corriente o conjuntos cable-conector, y en su caso la envolvente.
2. Sistema de alimentación específico del vehículo eléctrico.
Punto de carga
Es el punto que conecta la instalación fija con el Vehículo Eléctrico. Estará compuesto por las protecciones necesarias, y una o varias bases de toma de corriente. En determinados casos, éste constará de un cable y conector para la conexión al Vehículo Eléctrico.
Por tanto, puede ser mediante una toma de corriente o mediante un conector.
Sistema de Alimentación de Vehículo Eléctrico (SAVE)
Conjunto de equipos instalados con el fin de suministrar energía eléctrica para la carga de un Vehículo Eléctrico, incluyendo protecciones del punto de carga, el cable de conexión (conductores de fase, neutro y protección) y la base de toma de corriente o el conector. Este sistema permitirá la comunicación entre el Vehículo eléctrico y la instalación fija.
Como podemos observar, el legislador en este caso, como en tantos otros, se hace la picha un lío. Para desenmarañar el proyecto de Real Decreto podemos establecer que para poder desarrollar una infraestructura privada de recarga para nuestro vehículo eléctrico necesitamos dos cosas: la instalación fija y el punto de recarga o wall-box. En este sentido, la instalación llevaría la energía desde el contador hasta el punto de recarga, con sus protecciones pertinentes (que pueden ir al aire o ser insertadas en el mismo punto de recarga). El punto de recarga recibiría esa energía que traslada al vehículo ya sea en modo 1, 2 ó 3. Esto es clave para entender el concepto de recarga de vehículos eléctricos. Por un lado tenemos la instalación de la infraestructura y del propio punto de recarga, y por otro la adquisición de ese punto de recarga.
En España tenemos varios perfiles de empresas que nos ofrecen la posibilidad de obtener una infraestructura privada de recarga:
Empresas de instalaciones eléctricas
Estas empresas no son específicas del sector de la movilidad sostenible. Realizan instalaciones eléctricas de todo tipo y están familiarizadas con todo tipo de protecciones eléctricas. Si te pones en contacto con ellas te realizarán un presupuesto de la parte eléctrica seguramente competitivo, pero la mayoría no sabrán qué punto de recarga ponerte, si no se lo facilitas tú, seguramente te pondrán el más caro.
Empresas fabricantes de puntos de recarga
Estas empresas producen los wall-box y los venden a todo el mundo. Aunque no en un volumen muy alto, venden a las empresas de instalaciones o a los particulares. Algunas pueden tener alguna empresa a la que derivarte si les pides presupuesto de instalación, sin embargo, el poco volumen de pedidos que tienen les impide ofrecer este servicio de forma competitiva.
Empresas especializadas
Estas empresas han nacido con el vehículo eléctrico. Ofrecen soluciones integrales a la recarga y se dedican a esto en cuerpo y alma. No sólo producen sus propios productos, lo que da valor a lo que los clientes necesitan a nivel particular, ofreciendo soluciones modulares que cumplan las exigencias específicas de cada caso particular. Además, cuentan con instaladores propios especializados en la materia, lo que favorece la rapidez del servicio. Todo ello implica que puedan ser muy competitivos a la hora de ofrecer infraestructuras privadas de recarga, ya que pueden ajustar mucho más que el resto de empresas.
Compañías de suministro eléctrico
Algunas compañías energéticas están ofreciendo la instalación de infraestructuras de recarga aprovechándose de su posición de fuerza en el mercado. Sin embargo, no hay que olvidar lo que éstas persiguen: un mayor consumo de electricidad, nuevos contratos y la renovación de productos. Esto significa que intentarán convencerte de la necesidad de un nuevo alta o de un aumento de potencia. Además, estas empresas tienen el mismo problema que las dos primeras, pero doble. Ni fabrican el punto de recarga ni lo instalan directamente, lo que encarece mucho el proceso al conseguir márgenes tanto para el productor, el importador, el instalador y la propia compañía.
La instalación de una infraestructura de recarga para poder alimentar a un vehículo eléctrico es absolutamente obligatoria, pero eso no significa que sea obligatorio gastarse una fortuna para tenerla.