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Carreteras solares: energía bajo el asfalto

Es la última propuesta lanzada por la Universidad Politécnica de Worcester en Masachusetts, y propone enterrar una serie de tuberías de agua de 2 o 3 cm de diámetro por debajo de la superficie de la carretera.

¿Nunca habéis puesto la mano en el asfalto un día caluroso de verano?, ¿no habéis probado a ir andando sin chancletas por el borde de la piscina?…

A los que hayáis respondido que sí, sabéis que la temperatura que alcanza el asfalto y los materiales pétreos es tremendamente alta; cosa que se podría aprovechar para crear energía.

Y a los que hayáis respondido que no, os invitamos que ahora que empieza el calor hagáis la prueba. Incluso si es posible, que después de un largo viaje, toquéis los neumáticos. ¡Os sorprenderéis!

Por otro lado, todos sabemos que los colores oscuros atraen y retienen más el calor. Punto a favor para poner en práctica esta propuesta de los científicos de Worcester, ya que las carreteras están compuestas de alquitrán y últimamente con neumáticos usados (que tienen color negro).
De esta forma, el calor absorbido por la superficie de la carretera “oscura” calienta las tuberías de agua que pasan por debajo, y así se genera electricidad.

Otra ventaja que tiene, es que al pasar un fluido a una temperatura inferior que el asfalto, hace enfriar la superficie de la carretera, ampliando así su potencial de vida y reduciendo la emisión de calor, sobre todo en las ciudades, haciendo disminuir algún grado la temperatura del ambiente.

Pero esta energía renovable, también tiene sus inconvenientes. Es una inversión cara, que no tendría lógica destrozar una carretera en buen estado para implantar el sistema. Se tendría que esperar para poner en práctica el deterioro de alguna carretera transitada, para ponerla en práctica. Es importante que la carretera sea transitada, ya que el roce de los neumáticos aumenta más aún la temperatura de asfalto.
Esta propuesta no sería válida en los países del norte. Sólo sería viable para países con veranos calurosos e inviernos cálidos. A todos estos inconvenientes, le sumamos que no ha sido puesta en práctica, hace que se tenga que pensar muy bien esta inversión.

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