Un grupo de investigadores de Japón y Australia presentó ayer en Texas un nuevo prototipo de batería de litio que podría reemplazar la tecnología de los vehículos eléctricos actuales. La autonomía de los coches sostenibles está siempre en el punto de mira de las críticas, por lo que cualquier avance en este aspecto puede suponer una gran revolución para su implantación definitiva.
Se trata de un proyecto liderado por expertos de la Universidad japonesa de Mie y su objetivo es incrementar la autonomía de las baterías de los vehículo de 150 a 500 kilómetros. No tiene nada que ver con un truco de magia, sino con un cambio de concepción, de un paso de baterías de iones de litio a litio-aire. Estas últimas son más ligeras y ofrecen más cantidad de energía eléctrica. Además, el cátodo tradicional (componente clave de la batería implicado en el flujo de la corriente eléctrica) está lleno de aire. Eso da como resultado una batería de metal-aire recargable más ligera con el potencial para acumular más energía que su contraparte.
Esto es sin duda una buena noticia. Sin embargo, no hay que cantar victoria antes de hora. Ya en enero de 2012 unos investigadores presentaron un prototipo que conseguía una autonomía de hasta 800 kilómetros, y sin embargo, aún no se ha icorporado a ningún nuevo vehículo. De hecho, un anális realizado en 2012 por Axeon el principal fabricante europeo de baterías de litio, aseguraba que las baterías litio-aire no llegarían hasta 2020.
De momento, están aquí. Ahora sólo hace falta ver si son incorporadas al mercado y si son capaces de dotar al vehículo eléctrico de la autonomía que predican.