¡Seguimos con el concurso! En un primer momento íbamos a darle a Israel el tercer puesto del ranking por iniciativa gubernamental hacia una movilidad sostenible. Sin embargo, buceando un poco en la situación hemos decido quitarle los honores y contaros cuál es la situación actual respecto a este tema.
Ya sabéis que Israel es el país en discordia de las relaciones internacionales. Algunos de sus vecinos son los mayores exportadores de petróleo del mundo, pero con ninguno tiene precisamente una relación amistosa. Este es uno de los motivos por los que la suficiencia energética y la no dependencia del fuel es una de las principales políticas del gobierno israelí. Al menos, aparentemente. Han reducido los impuestos para incentivar la compra de vehículos eléctricos (normalmente un vehículo normal paga un 80% de impuestos y uno eléctrico un 20%) y en 2008 lanzaron el plan para poner en marcha la primera red de coches sostenibles del mundo.
Esta red tendría 500.000 puntos de recarga de baterías distribuidos por todo el país que estarían alimentadas por placas solares instaladas por el gobierno en el desierto del Néguev. Desde el Ministerio de infraestructuras israelí tienen clara su apuesta por la movilidad sostenible: “en el futuro lideraremos el mundo de las energías renovables”, aseguraba el director general ministerial, Hezi Kugler, en 2008.
Para el Gobierno, Israel es el país perfecto para experimentar con vehículos eléctricos. Sus núcleos urbanos están a menos de 150 kilómetros de distancia los unos de los otros y los israelís no pueden transitar más allá de las fronteras por motivos políticos con Líbano y Siria. Por lo tanto, los viajes de larga distancia no son un problema.
Sin embargo, aunque la intención era buena, la compañía que estaba detrás de esta iniciativa se declaró en quiebra en un juzgado cerca de Tel Aviv el verano pasado. El conglomerado se llamaba Better Place y estaba dirigida por Shai Agassi, un carismático israeloamericano. La empresa iba a correr con los gastos de financiación del proyecto (130,5 millones de euros en la primera fase, a los que deberán añadir otros 533 más adelante). ¿El resultado? Hoy en Israel no se llega al millón de vehículos eléctricos.
¿Pensáis que hay más países en la misma situación? ¡Os damos una pista! Está en la Unión Europea, su moneda no es el euro y empieza por la letra D. Os lo contaremos próximamente!